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Apr 28, 2011

¿Un cigarrito, joven?

Gracias por fumar, dirigida por Jason Reitman (2005), es una fina comedia que nos presenta a Aaron Eckhart en uno de sus mejore papeles después de Harvey Dent en El Caballero de la Noche. En éste filme, Eckhart interpreta a Nick Naylor, un talentoso y carismático relacionista público que trabaja como portavoz de una de las tabacaleras más importantes en Estados Unidos.

Todos nosotros sabemos lo dañino que es el hecho de fumar debido a que los medios y el sector salud se ha encargado de repetírnoslo a conciencia, sin embargo, contextualizando un poco, la historia se desarrolla a principios de la década de los noventa, cuando los rumores de los efectos dañinos del cigarro iban en crecimiento y aún no existían datos oficiales. Las compañías de tabaco empezaban a ser demandadas y recriminadas en los Estados Unidos y es ahí donde el trabajo de Nick Naylor comenzaba, y su función era simplemente, convencerte de lo contrario. Nadie debe de prohibirte fumar, es una elección propia.

Nick está consciente de sus habilidades de elocuencia y convencimiento, para con la gente, y podemos apreciar como hace buen uso de la técnica del Ju Jitsu para poner a su favor a la gente que lo recrimina. Alguna vez pone a sus representados como grandes altruistas y otras tantas como las sufridas víctimas. Es tan bueno con las palabras y el lenguaje corporal que él mismo se compara con Michael Jordan o Charles Manson, ambos, los mejores en lo que hacen.

Además de Nick, existen dos personajes que tienen una función similar, Polly Bailey y Bobby Jay Bliss, portavoces de la industria del alcohol y de las armas de fuego, respectivamente. Los tres, muy buenos amigos, tenían un juego donde comparaban las muertes que causaban cada una de las industrias que representaban. Es en éstos tres personajes donde vemos a los publirrelacionistas comprometerse con su trabajo, con sus empleadores. No importa a quién estés defendiendo, si te comprometiste, vas a ser el mejor.

El escuadrón de la muerte

Y es justamente en su afán por ser el mejor en convencer a la gente de que fumar es bueno, que se ha olvidado de inculcar los valores adecuados en su hijo adolescente, quien lo ve como un simple títere de sus empleadores y no sabe bien lo que hace, por lo que lo lleva de viaje con él en su afán de intentar dar un buen ejemplo de cómo se debe tratar a la gente.

Uno de los errores que debemos evitar como publirrelacionistas o en cualquier trabajo, es precisamente el que comete Nick casi al final del filme y es el hecho de revelar información altamente restringida, como lo hace con Heather Holloway (Katie Holmes), una reportera que se acuesta con Nick sólo con el fin de sacarle información para su reportaje.

!No hables durante el sexo!

Aunque parece que Nick está perdido y al borde de la ruina, no debemos menospreciar su habilidad como comunicador pues la historia tiene un final algo inesperado. Sin lugar a dudas es una película para divertirse, para reflexionar acerca de nuestra moral, para establecer prioridades en la vida pero sobre todo, para nunca dejarse vencer.


**Alito, en chinga con las reseñas !